Nuestro día a día, para muchos de nosotros, comienza y termina como una carrera. Nos despertamos, nos apuramos para salir de casa, y partimos hacia el trabajo sin tomar una pausa para recuperar el aliento. Pasamos todo el día “haciendo” cosas para sentirnos productivos, y pocas veces nos detenemos para “ser”.
La palabra japonesa “boketto” se refiere a la práctica de no hacer nada, simplemente quedarnos en silencio contemplando lo que aparezca, sin pensar en nada en particular. Es algo que podemos aprender con algo de práctica, porque no estamos acostumbrados a hacer nada. El hacer nada nos regala una pausa refrescante para descansar la mente y poder continuar con nuestras tareas con otro lente, más calmados, concentrados y atentos.
Como dijo Jon Kabat-Zinn: “El no hacer no implica ser indolente o pasivo sino todo lo contrario. Se requiere de mucho coraje y mucha energía para desarrollar la capacidad de no hacer, ya sea en un estado de quietud o en actividad”.
Tómate, de vez en cuando durante el día, un momento solo para contemplar y no hacer nada, y disfruta de una pausa entre el ajetreo de tu rutina. Verás cómo te recargas de energía para continuar con tus actividades.
